El impacto de la baja adherencia en las terapias para el vértigo: mayores costos y peores resultados
- La baja adherencia a los medicamentos es un fenómeno muy extendido, y las estimaciones de los costos anuales en los países desarrollados ascienden a $290.000 millones de dólares en los EE. UU. y €1.250 millones de euros en Europa.
- El vértigo representa una carga significativa para los pacientes y cuidadores por igual, particularmente porque los pacientes tienden a buscar atención médica de emergencia cuando los síntomas son agudos.
- Implementar pequeñas mejoras en la adherencia podría a su vez mejorar significativamente el manejo de los síntomas y reducir los costos.
La adherencia terapéutica puede mejorar significativamente los resultados
El vértigo y el mareo son síntomas muy comunes y pueden llegar a ser debilitantes si no se manejan adecuadamente.1 Dichos síntomas pueden ser gravemente incapacitantes e incrementar considerablemente la utilización de los sistemas de salud.2 Los medicamentos y otras terapias ampliamente utilizadas contra el vértigo pueden mejorar los resultados.3,4 La adherencia es clave para garantizar efectividad, pero suele ser deficiente, por lo cual se exacerba la carga de morbilidad en los países de bajos y medianos ingresos.7
La baja adherencia es una problemática global que incrementa los costos y afecta negativamente los resultados
La baja adherencia a las terapias prescritas, particularmente a los medicamentos, se encuentra asociada a resultados negativos, una reducción en la calidad de vida y el desperdicio de recursos del sistema de salud.3 La magnitud de los costos asociados con este fenómeno es impresionante: las estimaciones de los costos anuales para los EE. UU. y Europa ascienden a $290.000 millones de dólares y €1.250 millones de euros, respectivamente.8 En el Reino Unido, se estima que la baja adherencia le cuesta al NHS (National Health Service) más de £500 millones de libras esterlinas por año.9 Ciertos estudios en EE. UU. indican que la baja adherencia a los medicamentos es responsable del 10% de las hospitalizaciones y el 23% de los cuidados de enfermería domiciliarios en adultos mayores;10 un típico paciente no-adherente requiere de tres visitas médicas extra por año y genera costos terapéuticos adicionales anuales por $2.000 USD.8 Aunque no se dispone de información específica sobre la no-adherencia en los países en vía de desarrollo* —debido a que suele ser difícil el acceso y costeo de los medicamentos de prevención secundaria en muchos de estos— se puede prever razonablemente que las tendencias de la baja adherencia junto a la utilización concomitante de la atención médica y el incremento en los costos conllevan a peores resultados.2
Mejorar la adherencia a las terapias contra el vértigo puede reducir las cargas para el paciente y el proveedor de atención médica
El tratamiento contra el vértigo representa una carga significativa para los pacientes y proveedores de atención médica. Si bien estos pacientes son usualmente manejados en el nivel de atención primaria, los individuos con vértigo agudo pueden presentarse en todos los niveles del sistema de salud, incluyendo los servicios de urgencias, lo cual conlleva a múltiples y potencialmente innecesarios procedimientos, visitas con el especialista e incluso hospitalizaciones. Ciertos estudios de países en vía de desarrollo han demostrado que los pacientes con vértigo usualmente se presentan a 9,6 visitas ante su proveedor de atención primaria; a 7,2 visitas para recibir atención del especialista; y a 2,4 presentaciones que ocurren en la sala de urgencias y que conllevan a estancias hospitalarias de 6,8 días anualmente. Los procedimientos de diagnóstico por imagen, tales como la resonancia magnética o las tomografías computarizadas, pueden realizarse hasta en un 82% de los pacientes.2 En un estudio con sede en el Reino Unido, se estimó que el total de costos directos para la enfermedad de Ménière —la cual es solo una de las condiciones subyacentes que causa vértigo— superaba los $900 millones de dólares.11 Aunque la información sobre la adherencia en los pacientes de vértigo es limitada, se puede prever razonablemente que incluso las pequeñas mejoras en la adherencia que conllevan a un mejor manejo sintomático pueden tener un efecto significativo en la reducción tanto de la carga para los pacientes como de la utilización innecesaria del sistema de salud.2
Abordar los costos indirectos del vértigo es una oportunidad significativa para mejorar los resultados
Los costos indirectos del vértigo son significativos. Desde una perspectiva monetaria, los síntomas están asociados a una pérdida de hasta 69 días laborales en un periodo de 12 meses. Aproximadamente el 70% de los pacientes deben reducir su carga laboral, el 4,6% debe cambiar de empleo y el 5,7% debe dejar de trabajar. Desde una perspectiva no monetaria, hasta el 18% de los pacientes reporta que han evitado salir de casa; un número significativo de pacientes también ha reportado una menor calidad de vida y el temor de un mayor riesgo de caídas.2 Estas estimaciones no tienen en cuenta ni las repercusiones en la familia —que pueden ser graves si los síntomas son incapacitantes para el encargado de llevar el pan a la mesa— ni las implicaciones económicas para la sociedad. Las intervenciones terapéuticas simples pueden aliviar los síntomas del vértigo y evitar complicaciones. Por ende, tienen un potencial significativo para reducir los costos indirectos y mejorar la calidad de vida para los pacientes, sus familiares y la sociedad.
Mejorar las tendencias en el tratamiento del vértigo requiere una comprensión integral de los factores que fomentan la adherencia
La magnitud de la carga presentada por los pacientes de vértigo, sumada a los efectos negativos de la baja adherencia, exigen una solución. Los factores que influencian la adherencia son numerosos y complejos. Las iniciativas para mejorarla deben estar cimentadas en una comprensión integral de los factores que crean problemas esta y la manera en la que podrían ser abordados efectivamente. Los médicos desempeñan un papel clave en mejorar la adherencia de los pacientes,4 tanto en lo concerniente a los medicamentos como en las recomendaciones sobre sus estilos de vida. Los próximos artículos de esta serie examinarán en detalle los factores comportamentales que influyen en esto y brindarán herramientas y estrategias sencillas para que los profesionales de la salud puedan ayudar a darle ese “empujoncito” a los pacientes hacia una mejor adherencia.
Así como los médicos deben hacer diagnósticos clínicos y tomar decisiones terapéuticas adecuadas, también pueden ejercer una influencia significativa en los resultados al hacer diagnósticos comportamentales y tomar las elecciones terapéuticas correctas. Este será el enfoque de los próximos artículos.
*La información disponible en la literatura sobre los patrones de adherencia en el tratamiento del vértigo es extremadamente limitada; sin embargo, la adherencia a los tratamientos analgésicos para el dolor puede ser un sustituto útil.12 Los niveles de adherencia para el dolor crónico son sorprendentemente bajos.5 Esta tendencia puede deberse a la propensión de los pacientes a ser menos adherentes o incluso a descontinuar el tratamiento cuando los síntomas disminuyen, por lo cual se puede prever razonablemente un comportamiento similar en el caso del vértigo.
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