Adherencia del paciente: una oportunidad para mejorar los resultados en el tratamiento del vértigo

  • El rápido incremento de los factores de riesgo de la enfermedad del vértigo, tales como el envejecimiento, están transformando las necesidades de los sistemas de salud en los países en vía de desarrollo.
  • Los medicamentos son soluciones efectivas para el manejo de la enfermedad, pero la baja adherencia a los tratamientos se encuentra muy generalizada.
  • Las tasas de no-adherencia reflejan una oportunidad significativa para mejorar los resultados de los tratamientos contra el vértigo en estos países.
  • Los médicos pueden recurrir a un número de estrategias simples y eficientes para incrementar la adherencia.

Los síntomas del vértigo representan una carga creciente para los sistemas de salud en todo el mundo

Las tendencias cambiantes en la demografía y estilos de vida están conduciendo a un incremento sin precedentes en la prevalencia de condiciones crónicas, las cuales ahora afectan a casi la mitad de todos los adultos y casi el 10% de los niños en todo el mundo. Estas enfermedades representan una carga significativa para los sistemas de salud1 y los países de bajos y medianos ingresos están siendo afectados por esto de una manera desproporcionada,3 en parte, porque los determinantes de la enfermedad, tales como el envejecimiento, se están manifestando drásticamente en sus poblaciones.2 Por ejemplo, en Brasil, se prevé que la proporción de la población mayor de 65 años se duplicará en solo dos décadas, un fenómeno que tardó casi un siglo en Francia.2 El vértigo y el mareo son síntomas de trastorno vestibular que pueden llegar a afectar hasta el 30% de la población general, y su prevalencia incrementa con la edad.4 Estos síntomas crónicos están atrayendo una creciente atención debido a los significativos costos y afectación a la calidad de vida asociados a estos.

Los medicamentos son una herramienta importante para mejorar los resultados y reducir los costos

El vértigo es un importante motivo que conduce a la utilización de la atención médica, desde el cuidado primario hasta el cuidado del especialista, y que se está asociado con costos significativos. Tan solo en los EE. UU., las estimaciones de los costos directos para el tratamiento de trastorno vestibular de por vida para la población mayor de 60 años son de $227.000 millones de dólares estadounidenses. Los síntomas del vértigo —que acarrean tanto consecuencias financieras como personales— impactan negativamente las actividades cotidianas y la calidad de vida. En un estudio realizado en el Reino Unido e Italia, los pacientes reportaron un promedio de 7 días laborales perdidos en los 6 meses previos debido a síntomas de vértigo.4 Se puede prever que estas tendencias empeoren con el transcurso del tiempo en las poblaciones que envecejen.5 Los tratamientos farmacológicos representan soluciones importantes para el manejo de la enfermedad, pero requieren de la adherencia del paciente para poder ser efectivos.

El manejo del vértigo y otras condiciones crónicas requiere una constante adherencia del paciente

La adherencia terapéutica es definida como “el grado en el que el comportamiento de una persona corresponde a las recomendaciones convenidas con un proveedor de atención médica”. La adherencia tiene tres componentes: ejecución, persistencia y cumplimiento.

  • La ejecución se refiere a la etapa inicial donde el paciente reclama la prescripción.
  • La persistencia se refiere a que el tratamiento sea tomado por la totalidad de la duración prevista.
  • El cumplimiento se refiere a la medida en que un paciente se adhiere a los horarios, dosificación y otras indicaciones prescritas.6

La adherencia es compleja, pero cambiante. Mantener unos niveles elevados de adherencia requiere que los pacientes tomen decisiones y ajusten su comportamiento en una base continua para superar los desafíos que surgen al seguir su terapia.

La adherencia terapéutica es definida como “el grado en el que el comportamiento de una persona corresponde a las recomendaciones convenidas con un proveedor de atención médica”.

La complejidad del comportamiento de los pacientes respecto a sus medicamentos hace difícil cuantificar los niveles reales de adherencia y los efectos reales de la baja adherencia. Las medidas cuantitativas para evaluar la adherencia incluyen la Tasa de Posesión del Medicamento (MPR, por sus siglas en inglés) y la Proporción de Días Cubiertos (PDC).

  • La Tasa de Posesión del Medicamento (MPR) es usualmente definida como “la proporción (o porcentaje) del suministro por día obtenido durante un periodo de tiempo específico o durante un período de intervalos de reposición”.
  • La Proporción de Días Cubiertos (PDC) hace referencia al número de días en los cuales el medicamento fue debidamente tomado, expresado como una proporción de días en el periodo de observación.

La mala adherencia terapéutica se encuentra muy extendida, particularmente en los países en vía de desarrollo

En el caso de un paciente individual, una adherencia “adecuada” es generalmente definida como una proporción de al menos 80% para la MPR o la PDC.7 Los estudios que han usado estas métricas indican una tasa global de adherencia de aproximadamente el 50%, lo que significa que casi la mitad de los medicamentos prescritos no son tomados;8 dichas tasas son todavía menores en los países en vía de desarrollo.9

La adherencia sigue siendo una oportunidad significativa para mejorar los resultados

A pesar de los significativos costos asociados con los síntomas del vértigo y el importante potencial para las intervenciones farmacológicas, los patrones en el vértigo permanecen inexplorados en la literatura.10 Sin embargo, aunque no existan investigaciones disponibles sobre el vértigo, los patrones de adherencia para los medicamentos analgésicos pueden resultar informativos. Los niveles de adherencia para el dolor crónico son sorprendentemente bajos, con tasas de no-adherencia a los medicamentos analgésicos que pueden llegar hasta un 62%.11 Esta tendencia puede deberse a la propensión de los pacientes de tener menor adherencia, o incluso descontinuar el tratamiento, cuando los síntomas disminuyen; por lo tanto, se puede prever razonablemente un comportamiento similar en el caso del vértigo. Se prevé que las tasas de los comportamientos asociados a la baja adherencia sean mayores en los países en vía de desarrollo; y la baja adherencia a los tratamientos farmacológicos para otras condiciones crónicas se encuentra asociada al manejo deficiente de los factores de riesgo de la enfermedad, un incremento en el riesgo de mortalidad y costos por paciente extremadamente elevados.7 Afortunadamente, las ciencias del comportamiento han brindado una variedad de estrategias que los prescriptores pueden utilizar en su práctica clínica real para incrementar los niveles de adherencia de los pacientes.

Referencias

  1. Rachelle Louise Cutler et al. (2018). “Economic impact of medication non-adherence by disease groups: A systematic review,” BMJ Open Journals, (8):1, Article e016982. http://doi:10.1136/bmjopen-2017-016982 
  2. World Health Organization (2011). Global Health and Aging, p. 4. https://www.who.int/ageing/publications/global_health.pdf
  3. Safia Awan et al. (2017). “Pattern of neurological diseases in adult outpatient neurology clinics in tertiary care hospital,” BMC Research Notes, (10):1, p. 545. https://doi:10.1186/s13104-017-2873-5
  4. Eva Kovacs et al. (2019) “Economic burden of vertigo: A systematic review,” Health Economics Review, (9):1, p. 37. https://doi:10.1186/s13561-019-0258-2 
  5. Louisa Murdin et al. (2015) “Epidemiology of balance symptoms and disorders in the community: A systematic review,” Otology & Neurotology, (36):3, pp. 387–392. https://doi:10.1097/MAO.0000000000000691 
  6. Beena Jimmy & Jimmy Jose (2011). “Patient medication adherence: Measures in daily practice,” Oman Medical Journal, (26):3, pp. 155–159. https://doi:10.5001/omj.2011.38
  7. Laura Alexandra Anghel et al. (2019) “An overview of the common methods used to measure treatment adherence,” Medicine and Pharmacy Reports, (92):2, pp. 117–122. https://doi:10.15386/mpr-1201
  8. Marie T. Brown & Jennifer K. Bussell (2011). “Medication adherence: WHO cares?” Mayo Clinic Proceedings, (86):4, p. 304–14. https://doi:10.4065/mcp.2010.0575 
  9. Adnan Kisa, Eduardo Sabate & Roberto Nuno-Solinis (2003). “Adherence to long-term therapies: Evidence for action,” European Journal of Cardiovascular Nursing, (19):1, pp. 28–29. https://doi:10.1016/S1474-5151(03)00091-4
  10. Tino Prell (2019). “Adherence to medication in neurogeriatric patients: An observational cross-sectional study,” BMC Public Health, (19):1, p. 1012. https://doi:10.1186/s12889-019-7353-5 
  11. L. Timmerman et al. (2016). “Prevalence and determinants of medication non‐adherence in chronic pain patients: a systematic review,” ACTA Anesthesiologica Scandanvica, (60):4, pp. 416–431. https://doi.10.1111/aas.12697